viernes, 28 de enero de 2011

La jubilación

Últimamente se habla en todas partes que hay desafección por la política. Que los ciudadanos de a pie, vemos cada vez con más recelo a aquellos que optan por la vía política. Ellos son los que pinchan y cortan, decidiendo por nosotros, perdón, en nuestro nombre, qué es lo mejor o peor para nosotros.

A los políticos les encanta llenarse la boca diciendo que ellos no son más que unos trabajadores más, igual que nosotros, con la salvedad de que ellos han de tomar decisiones de gran trascendencia y responsabilidad. Seguramente se deba a mi profundo desconocimiento sobre el funcionamiento de la política pero, a mí me da la sensación de que todas esas decisiones tan trascendentales no las toman ellos en la mayor parte, si no que vienen dadas desde el órgano del partido y ellos se limitan a seguirlas a fe ciega, para no perder su puesto en el senado o congreso, dado que no votamos a las personas si no a los partidos y por ello, éstas deben obediencia al mismo. Normalmente, consiste en que gobierno u oposición presentan una propuesta y todo el partido lo sigue (a menudo sin conocer de qué se está tratando) y los contrarios lo niegan por el hecho de que viene del rival y por tanto, no se puede estar de acuerdo. Los partidos minoritarios, van a un lado u otro, dependiendo de ideologías o pactos realizados con quien ha realizado la propuesta (o su rival) pero, lo que no cambia es que el partido también vota en bloque, nunca hay opiniones divergentes parece.

Mi teoría es que los políticos que no son de proximidad (diputados, senadores, parlamentarios), pierden todo contacto con la realidad y el pueblo llano en el momento que acceden a sus cargos, dónde disfrutan de una libertad, ventajas y prebendas inalcanzables para cualquiera de nosotros.

Pues ahora quieren modificarnos la edad de jubilación, el período de cotización para el cálculo, y el período total de cotización. No va a ser para mejorar, va a ser para restringir derechos claro. Cualquiera pensaría, que como ellos son trabajadores cómo nosotros, también serán afectados y por ello mirarán bien antes de hacer nada. Pues no, ellos tienen sus propias reglas y aquí voy a poner alguna de ellas que he buscado en sitos web oficiales.

Empezaremos por el salario que reciben cómo compensación. Varía bastante en función de los comités en los que participe, si tiene algún cargo, etc. El diputado del congreso que más cobra, es Don José Bono (presidente) con 38.876’71€/mes y el que menos Don Isidro Fernández con 4782’97€/mes. Si hablamos del senado, un senador residente en Madrid cobra unos 4.295’54€/mes y si no es residente en Madrid 5.248’83€/mes. Cómo imagináis, a esto hay sumar otros conceptos de dietas y gastos pero no voy a aburriros más de lo necesario. Ya me diréis que currito cómo nosotros se aproxima siquiera al salario más bajo de los dichos aquí.

Los señores diputados y senadores, pueden jubilarse a los 60 si han cotizado 40 años a la Seguridad Social (SS). Mientras nuestras pensiones se calculan en base a la cotización realizada a la SS durante los últimos 15 años, los diputados y senadores tienen garantizada la pensión máxima de 2466’20€ si han estado 11 años de actividad política (entre 7 y 9 años, el 80% o entre los 9 y 10 años el 90%). Si su cotización no alcanza para el importe, el resto lo abona el estado con cargo a las cuentas de las Cortes Generales.

Además, también disfrutan de un plan privado de pensiones, lógico que nos aconsejen hacernos uno. Predican con el ejemplo! O no… porque ese plan privado de pensiones se lo paga también el presupuesto de las Cortes Generales. Asciende al 10% de su salario mientras ostenten cargo público.

¿Qué pasa con ellos en los períodos entre elecciones o si no los reeligen? Los pobrecillos, no tienen derecho a paro! Pero tranquilos! Toda eventualidad ha sido pensada ya tranquilos! Tienen derecho a una "indemnización de transición" en el período que hay entre la disolución y la constitución de la nueva cámara. Si no ha sido reelegido tiene derecho a otra "indemnización por cese" que consiste en un mes de salario por año (o fracción de más de 6 meses) con un máximo de 24 mensualidades.

Si, además, el diputado o senador cesados carece de ingresos o de patrimonio tienen derecho a percibir una ayuda equivalente al 60 % de su asignación constitucional (3.126,52€/mes) hasta que complete el periodo de cotización necesario para tener derecho a la pensión de jubilación. En el caso de que el cese en sus funciones de sus señorías se produzca cuando tienen 55 años cumplidos, o los cumplen en el año en que se produce la disolución de la Cámara, y carecen de una actividad laboral permanente las Cortes corren con el pago de sus cotizaciones a la Seguridad Social hasta que completen el periodo de cotización necesario para tener derecho a la jubilación.

Total, que sus condiciones son clavadas a las mías y a las que tenía mi padre cómo mecánico autónomo o los mineros de León o… igualitas. Y ya no hablamos de las pensiones que quedan a ex ministros o ex presidentes, porque es más escandaloso. O que una misma persona pueda ser senadora, diputada, miembro el órgano de su partido y más (impresionante como cumplen con los tres trabajos eh??) con sueldos acumulables claro!

No he oído por ningún sitio que la modificación de la jubilación, vaya a suponer un cambio en estas condiciones que tienen estos “trabajadores” y, si os digo la verdad, casi lo prefiero, porque cada vez que las tocan, son para mejorárselas.