España, Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Ruanda, Libia, … y la lista podría extenderse muuuucho más. Os estaréis preguntando, a qué viene esta lista de países que he puesto para iniciar este post. Pues la respuesta es muy sencilla. Son algunos de los casos de países que han sido arruinados por la omnipresente “Comunidad Internacional” (CI).
Cuando hacemos referencia a la CI, nos venimos a referir a los organismos dónde se agrupan varios países cómo por ejemplo la Unión Europea, la Liga de Países Árabes, Mercosur, OTAN o el más grande y conocido por todos, la ONU.
Ocurre, que cada vez que algún país inicia una lucha interna, sea como fuere su inicio o naturaleza, la CI parece que tiene la obligación de declararse neutral. Así mismo, se han de tomar una serie de medidas que, según ellos, van dirigidas de manera clara e inequívoca a la finalización de dicho conflicto. Las más comunes son: bloqueo de venta de armamento a ambos contendientes, emisión de multitud de comunicados dónde se condena, siempre de manera enérgica (queda muy bien este adjetivo… enérgica) la extrema violencia con la que uno de los bandos reprime al contrario (suele coincidir siempre con el bando que tiene al ejército de su parte). Paralelamente a estas dos reacciones, se aprueban paquetes presupuestarios para atender a los refugiados que estos conflictos generan y se invita a que tanto gobiernos miembros de dichos organismos, como ONGs envíen toda la ayuda posible para los mismos.
Mientras toda la ayuda comprometida empieza a llegar (aunque nunca lo hace en su totalidad), la CI se quiere poner de acuerdo para tomar alguna medida que solvente el sufrimiento del oprimido pero, sin darle apoyo explícito ya que entonces no sería neutral. Claro, entre las chorradas que proponen unos y lo que están dispuestos a aceptar otros pues resulta que no se puede tomar ninguna decisión y que cada día el oprimido lo está más. Finalmente algún país, cansado de la discusión que no lleva a nada y de ver las imágenes con las que los noticiarios bombardean (además de tener intereses en ese país o pretender tenerlos por qué no decirlo) pues interviene. Entonces se le acusa de no ir con la CI, actuar en su propio beneficio, etc. En ocasiones, el oprimido ya prácticamente ni existe o ya ha perdido claramente el conflicto.
De eso son ejemplos claros los países del inicio. Bosnia y Kosovo, oprimidos de manera brutal por el ejército serbio tras declarar su independencia y que, para cuando apareció la OTAN, ya no tenían nada que salvar. Y sí señores, España también es un ejemplo, dado que al explotar la insurrección que provocó la guerra civil, se declaró a nivel internacional un pacto de no intervención por el que nadie podía participar en modo alguno en la contienda. Mientras todo el mundo lo cumplía, el bando fascista recibió la ayuda de sus amigos y todos conocemos la historia de cómo acabó el tema.
El caso más actual es Libia, dónde las manifestaciones pacíficas han tornado en guerra civil, debido a la represión aplicada por el régimen en el poder. El bando gubernamental tiene el control de la mayoría del ejército y bombardea usando la aviación las ciudades conquistadas por la revuelta, sin importarle demasiado si hay civiles o no dónde envían las bombas (según dicen, en el frente no caen, solo en las ciudades detrás de las líneas de frente). El frente también es golpeado por la artillería. La ONU, la UE, la Unión de Países Árabes, etc, emiten sus comunicados de condena de la violencia extrema usada por Gaddafi en la represión y le piden que cese (llevan ya tres semanas en ello). Los propios libios, conscientes de que una intervención clara a su favor es imposible, únicamente solicitan una zona de exclusión aérea para que no los bombardeen indiscriminadamente pero, la CI no se pone de acuerdo en ello.
Por si eso fuera poco, supongamos de la CI aprueba la creación de esa famosa zona de exclusión aérea. ¿Quién pondrá los aviones para garantizarla? Todo el mundo mirará directamente a los EEUU porque, ¿enviar yo los míos? Jajaja, nooooo. El otro día hacían una encuesta en Antena 3 en la que preguntaban si creían que era necesaria una intervención militar en Libia para frenar a Gaddafi. El 93% de los que respondieron lo hicieron afirmativamente. La pregunta debió haber sido si estaban dispuestos a que España enviara soldados a realizar dicha intervención. Seguramente el % hubiera sido diferente.
Se puede resumir todo con una sola palabra: hipocresía. En un mundo dónde está claro que cada país mira únicamente por sus intereses, se intenta dar una imagen de teórica unidad, que llevada a la práctica, solo sirve para el grande destroce al pequeño, sin otorgar a éste la simple oportunidad de pelear.
Y puesto a ser polémico, ahí dejo esto. Ante la manifiesta ineficiencia, inoperancia, ineficacia, etc de la CI, yo opto por la supresión de la ONU o, como mínimo, de su consejo de seguridad, que ya ha demostrado sobradamente en los últimos 20 años, su utilidad. Así al menos, nos ahorraremos el enorme coste que supone mantenerla.
