jueves, 30 de junio de 2011

CRÓNICA DE UN VIAJE A LA CIUDAD ETERNA

  
Teniendo en cuenta que el viaje lo compré justo una semana antes de la fecha de salida, por lo que no pude hacer la preparación previa que suelo realizar, he de decir que este viaje ha ido bastante bien. Casualidades de la vida, he coincidido en destino y fechas con una pareja de amigos con los que hacía semanas que intentábamos quedar. No nos vemos en Barcelona pero, nos encontraremos en Roma.

El viaje de ida fue con Vueling. Como crítica decir que hay tan poco espacio entre filas de asientos que una pierna la tenía en el pasillo y otra invadiendo el espacio de mi vecino de asiento… suerte que la chica era pequeñita y no necesitaba demasiado espacio. Por lo demás todo genial. Llegada al aeropuerto de Fiumicino, tren Leonardo express directo a la estación de tren central de Termini y camino del hotel, dónde encontré un problema no esperado… Resulta que mi reserva no constaba en el hotel. Estuve dos horas esperando a que llegara el responsable que me propuso una solución temporal: pagar en efectivo la primera noche (era domingo) y el lunes el llamaría a la central a Londres para preguntar por la reserva. Acepté y, tras pagar, dejé mis cosas en la habitación y me dispuse a iniciar mi visita a la ciudad.

Solo una hora después de salir del hotel, empezó a llover. Ya no pararía hasta la noche. Como era lluvia menuda, no evitó que prosiguiera mi visita por el barrio del Esquilino (que es dónde estaba mi hotel). Durante un momento, la lluvia arreció con fuerza y me tuve que refugiar en una iglesia cercana. Resultó ser una iglesia de filipinos. No, no hablo de las galletas, hablo de los habitantes de Filipinas (broma fácil). Me tuve que tragar media ceremonia de comunión de unos chavales, todo en su idioma materno. En cuanto aflojó un poco la lluvia, salí de allí pitando para, pocos metros más adelante, tener que volver a refugiarme en bajo una enorme sombrilla de bar que ya cobijaba a varios transeúntes también sorprendidos. Una vez la lluvia volvió a ser menuda proseguí mi camino y visita.

Al día siguiente, entre que la oficina estaba en Londres y que no atendía hasta las 9h (de Londres claro) pues perdí toda la mañana esperando a que conversaran los del hotel con la central de reservas. Hasta las 12h no se llegó a encontrar mi reserva. Me devolvieron el importe de la noche pagada el día anterior y se disculparon. He de decir, que estoy bastante enfadado con la gente de Atrapalo.com. Les abrí una queja especificando que era urgente, que me podía quedar tirado en Roma sin hotel y, todavía estoy esperando una respuesta por su parte. Pero bueno, al final hay que quedarse con lo bueno que es que todo se solventó y que pude proseguir mi visita sin más sobre saltos. Este segundo día, también llovió. Poco, de forma suave pero, caminando bajo esa lluvia, acabas calado hasta los huesos. Lógicamente, cuando al tercer día coges paraguas y chubasquero para protegerte, ya no vuelve a llover más ningún día.

Tras los dos primeros días de pateo por las calles de Roma, para el tercero ya me compré el bono viaje de tres días, que permite utilizar el transporte público (bus, tranvía o metro) de la ciudad durante ese período de tiempo sin límite. Fue el día escogido para quedar con la pareja de amigos antes referida y visitar juntos el Vaticano (museos y basílica de San Pedro). Se pueden adquirir las entradas para el museo por adelantado a través de internet (www.descubrevaticano.com entre otras) pero cuestan el doble que en ventanilla (33€ contra los 15€ en ventanilla). El problema es que se hacen unas colas muy largas para comprar la entrada, que pueden llegar hasta las 2h de espera hasta lograr entrar. Yo no pude por varios motivos comprarla por adelantado aunque, a toro pasado me alegro. Yo llegué a las 7’45h y fui de los veinte primeros en comprar la entrada pero, si no os gusta madrugar, pues ya sabéis, a pagar el doble.

En cuanto a la visita varios puntos a comentar:

La ciudad como tal, no me gustó nada. La encontré vieja (aparte de los monumentos eh??), poco cuidada y bastante anárquica. Incluso me atrevería a decir que olía un poco a rancio. A eso se ha de sumar la manera de conducir, agravada por la falta de semáforos. Hay que reunir valor y echar el pie a la calzada para cruzar, incluso en grandes avenidas. Si bien es cierto que los conductores frenan, y que a mí no me costó nada habituarme a esta forma de cruzar, he de decir que la cantidad de turistas esperando a que hubiera un valiente que interrumpiera el tráfico era alta. Por más que no me imagino yo a mis padres, lanzándose alegremente y confiando en que los coches pararán. Me pareció un atraso ver que el pavimento de la mayoría de calles era adoquinado. Qué sufrimiento para los neumáticos y amortiguadores! Las aceras, simplemente cimentadas, aunque hace ya varios años, dado que el estado de las mismas es, por lo general, demencial. Tampoco imagino cómo la gente sobrevive en la ciudad durante el verano. Yo, en primavera y ya estaba sofocado de calor incluso los días de lluvia. Hubo días que llegué a beber 4 litros de agua…

El transporte público me pareció bastante adecuado. Disponen de dos líneas de metro (A y B) y muchos autobuses. La flota de autobuses era bastante moderna (al menos la que yo pude ver) y también tienen una serie de microbuses eléctricos con capacidad para 15-20 personas, que se introducen por las callejuelas estrechas, lo que no les impide ir a velocidades que considero arriesgadas tanto para la seguridad de los transeúntes, usuarios de terrazas de bar y los propios pasajeros del microbús. El metro no es tan moderno como el de Barcelona pero, la verdad, es que es bastante mejor que otros que he visto por el mundo. Están construyendo una tercera línea de metro (adivináis cual? La C!!) lo que, provoca que la línea A cese su actividad a las 21h y sea sustituida por un servicio de bus que cubre su recorrido. En mi caso, tuve la ventaja de que la mayoría de líneas de bus y las dos líneas de metro (además del tren al aeropuerto) pasan por la estación central de Termini y mi hotel estaba a una manzana de la estación. La mayoría de mis desplazamientos los hice andando, ya que me gusta caminar y la propia guía lo recomendaba, a no ser que el trayecto fuera largo. Eso sí, para caminar por una ciudad que se encuentra en el estado antes comentado, hay que calzarse unas deportivas, si puede ser con cámara de aire. Lo siento chicas, esas sandalias tan monas y esos zapatos divinos de la muerte, solo lograrán destrozaros los pies o que no podáis dar un paso tras unas pocas hora en pie.

La comida era divina. Los que me conocéis más, sabéis que soy un enamorado de la pasta y la pizza por lo que, en Roma, estuve en el paraíso culinario. Yo experimenté dos maneras de comer en Roma: caro o barato. Siempre acabé satisfecho con las raciones y la calidad. Cerca de los lugares turísticos, existen un montón de lugares dónde comer pizza en porciones, un sándwich o un plato de pasta. Son baratos y repito que la calidad es buena. Si lo que prefieres es comer de plato, amigo, eso ya es diferente. Me costó entre 30 y 35€ cada ocasión que lo elegí. La calidad es superior pero, tampoco compensa la diferencia de precio. Simplemente lo hice porque de vez en cuando, uno se ha de dar un homenaje y conceder un capricho. No me perdonaría si no mencionara también las heladerías. El helado no es caro, teniendo en cuenta la cantidad que sirven y, siempre que escojas una heladería dónde sirvan helado artesanal, el resultado estoy seguro de que os satisfará ya que simplemente es delicioso.

Pero, sin lugar a dudas, lo mejor de Roma son sus lugares. Lugares mágicos, históricos, preciosos, que te enamoran cuando los ves y te cuesta abandonarlos. Lugares que te hechizan, que secuestran tu voluntad y que hacen que parezca que el tiempo no pasa. Sin duda, son esos lugares y su magia los que convierten a Roma en la ciudad eterna. El foro, el palatino, las termas de Diocleciano, los arcos del triunfo, la pl Venecia, el monumento a Vittorio Manuelle, el Panteón, etc. Las fuentes, como las de la pl Navona, pl del Pueblo, pl España o la mítica de Trevi. No acabaría nunca. Sus iglesias, por pequeñas que sean, todas tienen un algo que las hace únicas. Un retablo, una pintura, una escultura, los frescos en los techos, los acabados en las paredes, etc. Grandes espacios que, a menudo, desde fuera no parecen que vayan a ser tan espectaculares como en realidad son. A menudo, la entrada es una fachada modesta, con un pequeño acceso, que cuando lo traspasas, se convierte en un lugar de enormes espacios abiertos, techos elevados y un sinfín de complementos interiores. Sin duda, en la época en que se construyeron, quisieron que fueran un lugar dónde abstraerse del exterior, dónde quedaras obnubilado por la grandeza. Además, como las pagaban diferentes gremios, congregaciones o familias, parece una competición por lograr la más impresionante. Sin duda alguna, ahora lo agradecemos al poder visitarlas. En otro orden de comentarios, me vino estando allí un pensamiento: “mira, ya han encontrado la manera de que la gente vaya a la iglesia, abrirlas a los turistas” jajaja!!, aunque es cierto que cuando comienza la misa, la gente desaparece, básicamente porque no se permite hacer fotos durante las mismas. Capítulo aparte merece el Vaticano y el Coliseo, que por su majestuosidad, son referentes claros que a todos nos vienen a la cabeza cuando se habla de la capital de Italia.

Para alguien como yo, aficionado a la historia, Roma es la perdición. No pude evitar pasar rato y rato soñando despierto, cuando me encontraba en alguno de los lugares históricos de la ciudad, imaginando cómo eran, el bullicio de la gente en el mercado, las discusiones y acuerdos en el foro, las luchas de gladiadores en el Coliseo, la vida en palacio, etc. Como decía antes, el tiempo vuela durante esas visitas. Tanto es así, que durante los cinco días que he pasado, me he dejado muchas cosas por ver, lo que me conducirá sin remedio a volver, para finalizar la visita y revisitar lo más impresionante. De hecho, incluso este post parece eterno, por lo que voy a finalizarlo aquí mismo, para no aburriros más con mi palabrería.

Solo un último consejo: si os surge la posibilidad de visitar Roma, aprovechadla, no lo lamentaréis, os lo aseguro.

miércoles, 22 de junio de 2011

SOBRE LOS INDIGNADOS, MOSSOS Y VIOLENTOS

Hacía mucho que no actualizaba el blog y, ahora tenía intención de hacerlo con un par de escritos, uno sobre cada uno de mis destinos vacacionales (Roma y Tenerife) pero, durante mi estancia en la isla, seguí gracias a twitter un espectáculo lamentable. Me refiero a cuando los llamados indignados intentaron en Barcelona evitar el acceso al Parlament de Catalunya de los diputados. Haré esa serie de escritos pero, he pensado que necesitaba expresar mi opinión al respecto de estos actos, aunque hayan pasado ya algunos días desde que ocurrieron. Para postres, el bendito blogspot no me deja añadir imágenes, así que si decides seguir adelante te espera un tocho de texto sin fotos :)

Todo empieza, cuando el movimiento 15M, decide que abandonará Pl Catalunya (aunque a día de hoy siguen ahí acampados) y que se desplazará al Parque de la Ciutadella, dónde se encuentra la sede del Parlament. En la primera jornada de protestas en el nuevo emplazamiento, los allí congregados deciden bloquear el acceso al Parlament e intentar que los diputados  no accedan. Aquellos que lo intentan, cuando menos son insultados gravemente pero, hay incluso casos de agresiones contra alguna de las caras más conocidas por el común de los ciudadanos, llegando a empujar, zarandear, etc a aquellos que intentaban acceder al Parlament. Hubo alguna pequeña carga de Mossos contra los alborotadores pero sin duda, después de los hechos de Pl Catalunya y las críticas cosechadas (a mi entender merecidamente en ese caso) fueron bastante suaves y permisivos, a mi entender, en un intento por parte del Conseller de Interior, de no empeorar más la imagen del cuerpo de seguridad autonómico o, incluso si alguien quiere pensar mal, para dar una lección a aquellos que le criticaron por las cargas en el centro de la ciudad condal y que sufrieran “en sus carnes” la violencia que podían generar los indignados si no se les trataba con la rudeza que se hizo en aquel caso, ya que, en política, siempre se está a tiempo de salir al día siguiente y pedir disculpas por no haber sido más contundente o no haber sabido actuar de la manera adecuada.

Estos fueron los hechos que, por si solos, ya me indignaron ya que, aunque soy partidario del movimiento 15M y apoyo muchas de sus propuestas (hasta ahora todavía genéricas) que realizan, no estoy en este caso para nada de acuerdo con utilizar la violencia y menos aún de la forma en la que se hizo. Twitter y Facebook se llenaron de mensajes en solidaridad con los parlamentarios agredidos, creando el hash tag #aixino (así no). Aún y así, para mí, lo más indignante fue que intentaran tomarme por tonto cuando, para intentar justificar los hechos, se escudaran en un video titulado “Qui son els violents” (Quienes son los violentos), dónde intentaban hacer creer a la gente que los que habían generado los alborotos eran los Mossos d’Esquadra infiltrados.

En dicho video, no se aprecia más que la existencia de Mossos infiltrados entre los indignados, cosa por otro lado normal y de sentido común, ya que en todos los actos multitudinarios hay agentes mezclados entre el público general. Si hasta en el Concurs de Percussió de Barcelona, también hay agentes (el año pasado lo pude comprobar al ver una detención) como no van a haberlos en manifestaciones!! Es cierto que no son unos reyes del disfraz pero, más que nada se les detectó fácilmente por los pinganillos que llevaban para comunicarse. En el video dicen que todo estaba transcurriendo tranquilamente hasta que los alborotadores iniciaron los altercados y acusan a los Mossos infiltrados de ser los provocadores. Vamos, al más puro estilo de las teorías de la conspiración. Pero diré más. Si aparecen 8 tipos tirando piedras, por qué se unen el resto en lugar de controlar ellos mismos a esos alborotadores? No me creo que los Mossos fueran los que zarandearon a los diputados, o pintaron con spray a otros, o robaron el portátil y maletines a otros o incluso llegaron a intentar separar a un diputado invidente de su perro guía. En resumen, en el video utilizado para culpar a Mossos, en ningún momento se les ve realizar ninguna acción violenta. Por la misma regla de tres, se podría inventar una historia como la que sigue: "en el minuto 2'55 un joven se presenta ante los agentes y les dice que los tienen rodeados y les van a dar una paliza por intentar infiltrarse". Los secretas rodeados están, el chico se acerca y les habla, la conversación la puede añadir cada cual al gusto.

Este planteamiento es tan absurdo como si se planteara lo mismo, por ejemplo con las celebraciones blaugrana. Cuando yo bajo a Canaletes tras cada triunfo barcelonista, la celebración es tranquila y festiva. Pero llega un momento en que, grupos de alborotadores o como se les quiera llamar, lo convierten en batalla campal. ¿También son los Mossos infiltrados? O cuando una manifestación sindical transcurre pacíficamente y un grupo decide quemar un coche de la urbana y unos contenedores. Supongo que, claramente, también serán los Mossos verdad? Patochadas. Se ha de reconocer que existen grupos violentos, que aprovechan cualquier ocasión, por festiva, reivindicativa o justa que sea, para provocar enfrentamientos contra la policía. Se ha de desvincular uno de esos grupos y hacer lo posible por diferenciarse, y eso solo se logra con organización interna.

El problema del movimiento 15M, no es otro más que su propia manera de funcionar. Está muy bien ser asamblearios (yo pertenezco a varias asociaciones que lo son) pero, el funcionamiento asambleario puro es inviable, sobre todo cuando estamos hablando de miles de personas en cada ciudad. No puede ser que no existan unos puentes de comunicación claros, representantes de las asambleas, que sirvan tanto para comunicar a los medios como a los políticos las reivindicaciones que se plantean. Dicen, cuando se les pregunta al respecto, que no quieren representantes porque nadie ha de estar por encima de nadie. Un representante no está por encima de nadie! Su nombre lo indica, y no es más que una persona que está para comunicar al resto las decisiones y reivindicaciones surgidas de la asamblea.

La manifestación de este domingo fue un ejemplo, de cómo con algo de organización interna se pueden evitar alborotos o, como mínimo, evitar que se nos relacione con los conatos violentos que pudieran surgir. No se puede convocar una concentración de gente, sin prever un mínimo de organización.

Espero que el movimiento 15M aprenda de sus errores y haga lo posible por corregirlos, por que actos como los del Parlament, no hacen sino que restan fuerza al movimiento y dar argumentos contra él a aquellos que ya lo critican alegremente cuando dichos argumentos no existen.

Y para concluir. Estos días por Facebook me he discutido con varios indignados así como también con varios Mossos. Todos deberían tener en cuenta que, nadie tiene la verdad absoluta en su planteamiento. A mi modo de ver, tanto se equivocan los indignados al criticar a todos los Mossos, como los Mossos se equivocan al insultar a todos los indignados. No se debe olvidar, que los Mossos no cargarían si no hubiera un político detrás que da la orden de hacerlo, ya que no son tan autónomos, si no que obedecen órdenes. Órdenes políticas.